Los coches eléctricos han supuesto una revolución para el mercado del automóvil, no solo están siendo uno de los grandes protagonistas en la renovación del parque automovilístico, sino que también han provocado la creación de espacios de recarga de energía para sus baterías. 

Si observamos las carreteras de España, y sobre todo las del resto de Europa, podemos comprobar comocada día salen del concesionario más y más vehículos eléctricos. Por eso, puede que nos aproximemos a una época donde los coches de combustión sean una minoría, o, simplemente, se dejen de fabricar. 

¿Qué se espera que ocurra con las baterías de los coches eléctricos? 

A día de hoy la batería es el componente más caro de reparar en los coches eléctricos, pero, ¿qué pasaría si te dijeran que dentro de no tanto tiempo podrías cambiar la pila dañada, desgastada u obsoleta de tu vehículo por otra nueva a un precio asequible?

Según un estudio de Recurrent, sustituir las fuentes de energía de los eléctricos en un futuro próximopodría ser mucho más rentable que reparar motores dañados gravemente que utilizan combustible fósil. Pasado a cifras, cambiar las baterías de los vehículos empujados únicamente por electricidad podría costar entre 3.200 y 4.800 euros. Además, no se trata de una reparación, sino de una sustitución por otra unidad completamente nueva. Algo que, normalmente, ningún conductor se plantea con un vehículo con motor de combustión.

El abaratamiento de los costes de la materia prima, la economía de escala y el incremento de la oferta serían algunos de los factoresque permitirían que se plantease este escenario en el año 2030.

¿Será el fin de los coches de combustión?

El hecho de que las baterías eléctricas puedan cambiarse a un precio asumible supone un golpe sobre la mesa que podría acelerar el sorpaso de eléctricos en el parque automovilístico español. 

En caso de que esto sucediese, la revolución sería total: las gasolineras tendrían que buscar otro negocio para ser rentables y los vehículos de combustión dejarían de fabricar modelos de manera progresiva, por lo que las piezas de repuesto podrían escasear. Asimismo, las pólizas de seguros podrían encarecerse. 

En resumen, de manera progresiva, cada vez serán más y más llamativos los vehículos eléctricos y menos aquellos que consumen combustibles fósiles para el conductor.