El 35% de los compradores priorizan el precio de adquisición sobre otros motivos, lo que indica que el coste inicial del vehículo se mantiene como el factor más determinante.
El informe de EcoMovilidad 2025 de Sumauto revela que el factor más determinante para los compradores de vehículos es, con diferencia, el precio de adquisición, una prioridad que eclipsa a la autonomía o la eficiencia en el uso. El estudio destaca que un contundente 35% de los compradores prioriza el coste inicial del vehículo, convirtiéndolo en el principal motor de la decisión.
Esta fuerte sensibilidad al precio explica, en parte, la lentitud en la adopción de vehículos completamente eléctricos y la persistente preferencia por las tecnologías de transición más accesibles, como los híbridos convencionales o microhíbridos.
El segundo factor más relevante en la compra es la autonomía, crucial para el 30% de los compradores, quienes buscan vehículos con un mayor rango de conducción. En tercer lugar, la economía de uso es importante para el 20% de los encuestados. Esta combinación de factores —precio inicial, autonomía y ahorro en el uso— es clave para entender por qué los híbridos siguen dominando el mercado.
En este sentido, el estudio señala que el 40% de los compradores opta por coches híbridos o híbridos ligeros, mientras que un 20% se decanta por híbridos enchufables buscando eficiencia pero sin depender completamente de la electrificación. Asimismo, solo el 7% elige un coche 100% eléctrico, lo que sugiere que aún existen barreras importantes para su adopción.
La gran importancia del precio sugiere que los fabricantes y distribuidores deben ir más allá del coste inicial. El informe recomienda comunicar de forma clara el valor total del vehículo, destacando los ahorros a largo plazo en uso y mantenimiento, así como los posibles beneficios fiscales.[/caption]
Mientras que el interés en la autonomía (30%) y la economía de uso (20%) valida la búsqueda de eficiencia, el elevado peso del precio (35%) subraya que, para muchos, la barrera económica sigue siendo la más difícil de sortear en la transición hacia la eco-movilidad. Para impulsar la electrificación total, será indispensable reducir los costes de adquisición y seguir mejorando las redes de recarga, que aún se perciben como una barrera más que un factor de compra.